viernes, agosto 29, 2008

- Lo que menos le gustaba de los viajes eran esos momentos, parecía interminable la lista de cosas, de objetos imprescindibles, o no, que siempre debía llevar uno en el equipaje, pero quizás lo que verdaderamente pesaba era ese dolor sutil, fino, que tienen las despedidas... hizo hueco entre la ropa y con cuidado lo posó suavemente, todavía latiendo, no era la primera vez, pero sí que en esta ocasión, el viaje iba a ser más delicado... en la siguiente estación con suerte podría descansar. Y seguir hacia adelante. -


1 comentario:

eMe dijo...

Hola!Muchas gracias por visitarme :)
Me gusta lo que leo por aqui.

Un beso levantino