miércoles, octubre 31, 2007

Si las cosas fuesen como no son, es decir, siendo sin ser, ¿quienes seríamos? y si lo observado no es sin observador, ¿es el voyeurismo pues la esencia total del todo? Miro por la ventana que a la vez es cuadro de mi realidad y me gustaría encontrar respuestas a los enigmas, ¿salto a través de ella? quizás debería integrarme en ventana, ¿ventanearme? sublimarme en mis propios miedos ¿arrancarme? de cuajo, sí, y tirar mi cabeza por esa ventana, y que alguien la coja y me diga por fin cómo son las cosas, y me mire, y yo sin mirar, sea mirada, amada, esperada, y entonces podré decir, he perdido la cabeza, y me llevaran a un museo donde todo el mundo con expresión de admiración me devuelva su mirada, aunque yo ya no pueda hacerlo, pero en recompensa, habré vuelto a lo esencial, mírame pero no me toques, tócame pero no me mires. Hay miles de ventanas.