sábado, agosto 23, 2008

Después de un tiempo
uno aprende la sutil diferencia
entre sostener una mano
y encadenar un alma
y uno aprende...

que el amor no significa recostarse,
y una compañía no significa seguridad.

Y uno empieza a aprender...
que los besos no son contratos
y los regalos no son promesas
y uno empieza a aceptar sus derrotas

con la cabeza alta y los ojos abiertos,

y uno empieza a construir

todos sus caminos en el hoy,
porque el terreno de mañana
es demasiado inseguro para planes...

Y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad...

Y después de un tiempo
uno aprende que, si es demasiado,
hasta el calorcito del sol quema.
Así que planta su propio jardín
y decora su propia alma,

en lugar de esperar a que alguien

le traiga flores.

Y uno aprende
que realmente puede aguantar,
que uno realmente es fuerte,

que uno realmente vale.

Y uno aprende y aprende...
Y con cada adiós uno aprende.

J.L. Borges