Veo siniestros (y cada vez más premonitorios) paralelismos entre Un mundo feliz y el mundo (no tan feliz) que vivimos hoy en día, y aunque tenga la 'suerte' de haber nacido Beta y gustarme bastante el púrpura (no con la excusa de la Semana Santa precisamente) no sé si me gusta demasiado tomar soma todas las mañanas y pretender que todo es semiperfecto, mientras saludo con sonrisa falsa en entrevistas y estrecho la mano comprometidamente con fuerza y me excuso por llegar 20 minutos más tarde según la hora oficial, intento utilizar la materia gris (y no la rosa), teclear a enésimas pulsaciones por minuto, soñar políticamente correcto (pero sin éxito), intento hacer de lo inmediato mi eslógan, pero mi reloj biológico (ya mencionado) se empeña en ir a su ritmo y encima hacer oídos sordos, mientras espero poder ser exiliada algún día a cualquier isla oscura asistemática, con esperanza de empezar de nuevo, de correr con los lobos, de soñar en la realidad y vivir en el sueño, y todo esto sin caerme de la cama, claro.
jueves, abril 05, 2007
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2 comentarios:
La vida es corta, y aunque crees que estás haciendo lo correcto en cada minuto, deberias de pararte a pensar que es lo que realmente "tú" quieres para tí.
hola paco,
tienes mucha razón, a veces creo que sé lo que quiero, otras no..pero al menos voy descubriendo lo que NO quiero..un beso
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